La recogida de ropa y calzado vuelve a superar las cien toneladas anuales.

/ Comunicación

Los 41 puntos existentes en el municipio para la recogida de ropa y calzado  registraron a la finalización de 2014 un total de 109.455 kilogramos. El concejal delegado de Medio Ambiente, Nicolás Aragón, aseguró al respecto que “estas cifras demuestran que los ciudadanos mantienen un alto grado de concienciación sobre la forma correcta de deshacerse de estos residuos, que son reciclables en su totalidad”.
La retirada se distribuye entre los 32 contenedores que dispone la empresa East West en el viario urbano, así como otros siete a cargo de la ONG Madre Coraje. En cuanto al volumen del reciclado entre estas entidades que gestionan la recuperación de la ropa usada y calzado, East West recogió 81.340 kilos por los 28.115 de Madre Coraje.
                
El contenedor de mayor eficiencia de recogida fue el situado en el punto limpio de Urbisur que gestiona Madre Coraje, con 8.270 kilos. Por lo que respecta a los ubicados en plena calle la recogida fue especialmente significativa en el situado en el centro comercial Miramar de La Barrosa, con 6.222 kilos, seguido del ubicado en  la Avenida Juan Carlos I, con 4.727 kilos y el existente en la plaza de Las Palmeras de la barriada de Fuente Amarga, con 3.865 kilos. Estos últimos son gestionados por East West.
Aragón aseguró que “el principal beneficio ambiental del reciclaje de ropa y calzado es evitar que estos residuos lleguen a los vertederos, con la  dificultad que presenta para su eliminación; especialmente los sintéticos, muy presentes tanto en ropa como calzado”. Además el edil aseguró que “los procesos de  fabricación de ropa no están exentos de contaminantes, que se reducen con el reciclado”.
Por último, destaca la labor que realiza la ONG Madre Coraje. Los ingresos que obtiene de esta actividad se destinan a labores de cooperación internacional, como  el envío de ayuda humanitaria o la puesta en marcha de proyectos de desarrollo y la sensibilización y concienciación. Otro porcentaje de las prendas usadas recogidas se dirige a fines sociales a través de mercadillos o mediante la colaboración con diferentes asociaciones cuando éstas comunican la necesidad de ropa para las personas necesitadas.